domingo, 19 de abril de 2015

Corazón de par en par.

Grito y no me oye nadie, esto se acaba, te vas y yo ya no entiendo de leyes. Caigo al suelo y la lluvia me besa el cuerpo, clavo las rodillas en el asfalto, apoyada mi cabeza en la farola, echa a volar, intentando huir de esta amarga realidad. No hay aire que seque mis lágrimas ni agujas que me cosan una sonrisa. 

Ahora duermo de día y vivo de noche, ando del revés y le encuentro las cuatro patas al gato, en vez de tres. Juego sola a ser feliz para siempre, bailo un tango con mi sombra y me guardo las caricias de sobra. Sola en las trincheras me lanzo de cabeza a la batalla, pruebo la derrota otra vez y otra vez es contigo. Te vuelvo a ver, cargas tus labios y disparas tu mejor sonrisa a mi, que soy un blanco fácil. Maldito bastardo, nadie sabe como hacerme daño tan bien, pero, ahora sin más, te besaría con los ojos cerrados y el corazón abierto, para que dejes pasar todas tus mierdas que me contaminan de mentiras, hasta solo ver la realidad que yo quiero. Pero me niego, ahora soy yo la que deja todo atrás, la que huye sin dar explicaciones, lejos de ti, pero, por si acaso algún día nos volvemos a ver, te dejo el corazón abierto a ti y a tus mierdas.

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