Aquí, hoy, un poco tarde, pero mejor que nunca, levanta tu copa y brindemos por los quizás, los te quiero y los ojalá, por los te echo de menos, los vuelve ya y por las ganas de abrazarte. Por las miradas de reojo y los sentimientos, ya sean correspondidos o no.
Brindemos por las ganas de volar, por las alas que nos cortan y por las carreras hasta la meta.
Brindemos por esa canción que nos mata y por esa que nos resucita, por la que nos hace llorar y por la que nos ayuda cuando estamos bajo mínimos, por esa que compartimos con alguien y por la que nos gusta escuchar en la más profunda intimidad.
Brindemos para que los para siempre no sean un cuento chino y para que podamos añadir dos puntos al final para dejarlo en suspense.
Brindemos por los corazones rotos y por las personas que se atreven a repararlos, por las insatisfacciones y las sonrisas a medio hacer, por las heridas que cicatrizan en año nuevo y se abren en los domingos de lluvia.
Brindemos porque sí y porque no, por los finales felices y por los cristales rotos. Por el rimmel que de felicidad se corre y por la espuma de la quinta cerveza, por la despedida que te faltó y por los hasta luego.
Por las noche en vela y las borracheras, por las promesas absurdas que nunca se cumplen y por los esta es la última vez que lo hago y luego lo vuelves a hacer mil y una veces más.
Brindemos para que la Cenicienta vaya en zapatillas y para que tu cuerpo sea un lienzo, para que tu voz sea escuchada y tus derechos no sean pisoteados.
Por los pañuelos de despedida en la estación, por los tacones rotos y las calabazas, por las grandes personas que siempre estarán ahí y por las que te fallan una y otra vez.
Por las alegrías que le damos al cuerpo, por las sorpresas y por los besos robados, por el libro que te engancha, el disco que te atrapa y el baile que te agota.
Brindemos por las conversaciones que no te dejan irte, por las noches de verano y las tardes de invierno, por las imperfecciones inexistentes, por los problemas que no pueden con nosotros y por la botella que se vacía poco a poco.
Brindemos por los abrazos por la espalda, por los hazlo por mi y los deberías pensar más en ti.
Brindemos por ti, por mi y por nosotros.

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