Me tumbé y cerré los ojos con el fin de calmar la pena que me ahogaba y mataba lentamente.
Entonces algo se oyó en la puerta, era él. Me quedé sin respiración, pues creía que no volvería. Avanzando lentamente se paró en el reproductor de música y pulsó el botón, sonó una canción, nuestra canción.
Siguió avanzando por la habitación, se dirigía hacia mi, me comenzó a temblar hasta la última parte de mi cuerpo, mi respiración se aceleraba y mi boca se secaba.
Llegó hasta mi y me cogió la mano invitándome a levantarme, mis rodillas no respondían pero conseguí reunir las fuerzas para ponerme en pie. Noté como sus manos rodeaban lentamente mi cintura y yo presa de su amor rodeé mis brazos por su cuello. Sentía su tranquila respiración y el percibía cómo la mía se aceleraba cada vez más.
Se acercó a mi oído y me susurró:
"Calma."
No sé cómo pero una simple palabra de sus labios sirvió para tranquilizarme. Me agarré con más fuerza y vi como nuestros pies se empezaban a mover al son de la balada de fondo.
Cuando me quise dar cuenta la canción terminó y comenzó la siguiente pero esta vez no bailamos, notaba como sus ojos me miraban, aparté la cara de su pecho y le miré, en ese momento me pregunté el por qué de su regreso después de todo lo que había pasado, cuando fui a preguntárselo se acercó a mi, nuestras frentes se juntaron, las respiraciones bailaban al compás de la última balada y cuando se acercaba lentamente a mis labios... Me desperté de aquel tórrido sueño, de aquella pesadilla diaria que me atormentaba cada noche. Me faltan sus ojos, sus besos, sus caricias, sus abrazos, su sonrisa; me falta él.
Esta muy bueno me gusto +1
ResponderEliminarMuchísimas gracias, un beso.
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